Hay una estrategia muy sencilla para sacar tiempo de donde no lo hay, y es la siguiente:
Cada mañana cuando te levantes, haz una lista de aquellas cosas que sí o sí debes realizar. Al lago haz otra con las cosas que te gustaría realizar.
De ambas listas elimina las cosas menos importantes: la clave es dejar ítems en ambas listas, de forma que al final del día puedas decir que, no solo hiciste lo que tenías que hacer sino que también hiciste aquello que querías hacer.
Una forma de que siempre te hagas un tiempo para escribir es anotar dedicar tiempo a escribir en ambas listas: seguro que, porque tienes o porque quieres, lograrás escribir todos los días, aunque sea unos minutos diarios.
Con este método de planificación también puedes a alcanzar otro objetivo que todos los escritores debemos perseguir: dedicar tiempo a la lectura.
Inténtalo!
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